Un jovencito está en la sala de su casa tranquilo descansando un poco, cuando de repente llega su hermana porrista. Quien al parecer necesita la ayuda de su hermano con una tarea, de la cual ella no entiende nada. El chico le dice que no es posible que ella siempre lo utilice, para que él le termine haciendo todas sus tareas. A lo que la porrista puta, le dice que si quiere puede hacer con ella lo que quiera. El chico sin importar que se trate de su hermana, hace que se ponga en cuatro para comenzar a meterle la polla por ese jugoso coño rosado.